Durante años, Hezbolá se preparó meticulosamente para un ataque a gran escala contra el norte de Israel, pero luego llegó Hamás y lo arruinó todo.
Hezbolá, fuertemente armado y operando bajo la dirección estratégica de Irán, construyó una infraestructura militar en expansión a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano, acumuló complejos terroristas ocultos, grandes depósitos de armas y bases logísticas bien abastecidas.
En octubre de 2023, Hezbolá tenía todo lo necesario para ejecutar una invasión masiva en el norte de Israel.
Pero la gran estrategia de Hezbolá se desmoronó. Octubre de 7, cuando Hamás lanzó un ataque sorpresa contra el sur de Israel. Aunque Hamás causó graves daños, no coordinó plenamente el ataque con los aliados del eje Irán, lo que socavó drásticamente los planes a largo plazo de Hezbolá.
El colapso de la sorpresa
El gran plan de Hezbolá dependía en gran medida del elemento sorpresa para abrumar a las fuerzas de las FDI y apoderarse del territorio israelí. La decisión de Hamás de lanzar una operación similar hizo añicos esa estrategia.
Inmediatamente después del ataque del 7 de octubre, las FDI reforzaron rápidamente sus defensas a lo largo de la frontera norte, desplegando rápidamente miles de tropas y fortificando posiciones clave.
Además, Israel cambió totalmente su postura y ahora prevé la posibilidad de una invasión repentina y en gran escala desde el Líbano. Con Israel en alerta máxima, el elemento sorpresa con el que contaba Hezbolá se evaporó.
Las semanas y meses posteriores al ataque de Hamás provocaron una escalada de tensiones en la frontera con el Líbano. En un principio, Hezbolá intentó entablar combate con Israel mediante intercambios de baja intensidad, incluidos ataques con cohetes y misiles antitanque, pero esta escalada gradual resultó contraproducente.
Las FDI respondieron con mayor fuerza y precisión, atacando con ataques aéreos y de artillería los activos de Hezbolá en el sur del Líbano. Los ataques precisos destruyeron arsenales, posiciones militares y agentes clave, erosionando gradualmente la capacidad de Hezbolá para operar con eficacia.
La campaña israelí se intensificó en los últimos meses, transformando lo que Hezbolá esperaba que fuera un futuro campo de batalla en una zona de desgaste implacable, con pérdidas crecientes.
La línea del frente de Hezbolá está destrozada
El golpe final llegó cuando las FDI lanzaron un Incursión terrestreEl ataque se produjo en el sur del Líbano, con el objetivo de atacar las posiciones atrincheradas de Hezbolá cerca de la frontera. Esta operación atacó el corazón de la infraestructura de invasión planificada desde hacía tiempo por Hezbolá.
Se descubrieron y desmantelaron sistemáticamente búnkeres ocultos, recintos fortificados y depósitos de suministros que tardaron muchos años en construirse.
Los combatientes de Hezbolá, mal equipados para una confrontación directa con una fuerza militar superior, ofrecieron poca resistencia. Muchos se retiraron hacia el interior del Líbano, dejando atrás arsenales de armas e infraestructura crítica.
Esto permitió a las FDI confiscar grandes cantidades de armas y otros equipos militares, desarmando así de manera efectiva a las fuerzas de primera línea de Hezbollah. Este resultado es una pesadilla estratégica para Hezbollah.
Durante años, el grupo invirtió mucho en construir una maquinaria bélica a lo largo de la frontera norte de Israel. La expectativa era que, cuando llegara el momento, esos activos le permitirían a Hezbolá lanzar una invasión decisiva. En cambio, se vio envuelto en un conflicto que nunca tuvo intención de librar.
Mientras las FDI demolían metódicamente la línea de frente de Hezbolá, el corredor de invasión cuidadosamente planeado quedó totalmente destruido. Incapaz de montar una defensa fuerte, Hezbolá básicamente entregó sin luchar una enorme cantidad de activos militares que costaron miles de millones y ahora se han perdido.
Hezbolá paga por el error de Hamás
En el centro de la desgracia de Hezbolá se encuentra la naturaleza caótica de la red de aliados de Irán, que parecía formidable en la práctica pero flaqueó en tiempo real.Aquí hay un artículo detallado sobre el colapso de la estrategia de Irán.]
La decisión de Hamás de actuar independientemente el 7 de octubre, basándose en entendimientos y compromisos laxos, resultó ser un grave error.
La invasión de Hamás desencadenó una respuesta israelí que no sólo destruyó la base terrorista de Gaza, sino que también empujó a Hezbolá a un conflicto no planificado y costoso. En definitiva, saboteó por completo el plan estratégico de Hezbolá.
Lo que se suponía que sería la carta de triunfo de Hezbolá –una masiva concentración militar en la frontera con Israel– se ha convertido ahora en un lastre. Atascado en una infraestructura que no puede utilizar ni trasladar, Hezbolá está viendo cómo años de preparación se desmoronan ante sus ojos.
En retrospectiva, el La apuesta temeraria de Hamás dejó a Hezbolá expuesto y vulnerable, muy debilitado y obligado a reconsiderar su estrategia central.
Lo que en un principio se consideró una futura ofensiva cuidadosamente planificada se ha convertido en un desastre estratégico absoluto. Y cada día que pasa, las FDI toman nuevas medidas para garantizar que el gran plan de Hezbolá para el norte de Israel nunca se materialice.
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- Fuente: https://israelradar.com/how-hamas-ruined-hezbollahs-invasion-plan-into-israel/