¡Esta es una investigación edificante que muestra que los plásticos de origen vegetal pueden ser económicos, prácticos y buenos para el medio ambiente!
Vía Ars Technica:
Un nuevo estudio dirigido por Long Jiang, Abigail Gonzalez-Diaz y Janie Ling-Chin de la Universidad de Durham establece un camino para fabricar botellas de plástico a partir de material orgánico de desecho y CO2 capturado de las centrales eléctricas. Un análisis exhaustivo de la economía muestra que este proceso podría incluso ser competitivo en costos para fabricar cosas como botellas de plástico.
El proceso podría comenzar con algo así como el material vegetal sobrante del prensado de caña de azúcar. Después de algunos pasos de reacción, que incluyen la adición de algo de CO2 capturado y algo de etilenglicol producido a partir de plantas de maíz, terminaría con un polímero plástico llamado furandicarboxilato de polietileno, también conocido como PEF. Funcionalmente, es similar al plástico PET que se usa para las botellas de agua y refrescos, indicado con el símbolo de reciclaje número 1.
