Hoy es jueves 18 de abril de 2024.

La Guía para la financiación de la adaptación y la resiliencia es un conjunto de recomendaciones recientemente publicadas para ampliar la financiación del sector privado hacia la adaptación y la resiliencia climática.

Después de que la COP28 instara a la necesidad, haciendo hincapié en los mercados emergentes, el documento es el resultado de una asociación entre las Naciones Unidas, a través de su Oficina para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), KPMG, Standard Chartered Bank (Reino Unido) y otras importantes instituciones financieras, bancos multilaterales de desarrollo y ONG.

Según el comunicado de prensa, “hoy en día, menos del 10% de toda la financiación climática se destina a la adaptación. La brecha mundial de financiación para la adaptación se está ampliando, y los niveles actuales de financiación siguen estando muy por debajo de los 212 mil millones de dólares anuales necesarios hasta 2030 sólo en los países en desarrollo”.

Y según la propia publicación, “principalmente, la Guía fue diseñada para Instituciones Financieras (con esto nos referimos a bancos comerciales, instituciones financieras de desarrollo e inversionistas). Sin embargo, tiene una amplia aplicabilidad para otras instituciones financieras e inversores que involucran a sus clientes en oportunidades de financiamiento e inversión relacionadas con la adaptación y resiliencia a los peligros naturales, incluidos préstamos privados y acuerdos de inversión y obtención de capital en el mercado público”.

La Guía mapea más de 100 actividades de interés (inversiones elegibles) agrupadas en siete grupos de “resiliencia”: sistemas agroalimentarios, ciudades, salud, industria y comercio, infraestructura, sociedades, naturaleza y biodiversidad, soluciones basadas en la naturaleza.

Aquí algunos ejemplos:

1. cultivos resistentes al clima

2. Agricultura vertical

3. esquemas de seguro paramétrico para la agricultura

4. Reubicación, incluida la construcción de nuevos asentamientos.

5. Plantas desaladoras en zonas de estrés hídrico por el cambio climático

6. Tecnologías de vigilancia de la salud para identificar y prevenir patrones de enfermedades impulsados ​​por peligros naturales.

7. energía de respaldo de emergencia en el sitio

8. Colocar cableado y equipos eléctricos por encima de los niveles probables de inundación.

9. Conservación y replantación de manglares.

10. sistemas de alerta temprana

Cada inversión elegible se evalúa teniendo en cuenta los objetivos ambientales y los resultados sociales.

La tabla 3 en la página 9 es interesante. Trae barreras reales y percibidas a la financiación privada para la adaptación y la resiliencia a los peligros naturales.

Dado que todas las regiones de la Tierra enfrentan mayores peligros naturales, es una hoja de ruta clave que estará disponible antes de la COP29, será seguida y ejecutada.