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De los locos años veinte a la transformadora década de 2020: seis tendencias de inversión esenciales para 2024 | Startups de la UE

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El término “locos años veinte” es sinónimo de la exuberante década de 1920, caracterizada por una fusión de música y moda. Desde principios de esta década, se ha tomado como referencia de vez en cuando. El encanto de la década de 1920 no es nuevo. Referencias como “El gran Gatsby” (2013) y “Babylon Berlin” de Netflix (desde 2017) han sido populares desde principios de la década de 2000. Esta era fue testigo de un período de relativa prosperidad económica, imbuido de una vitalidad cultural distintiva en las Américas y Europa, especialmente en los principales centros urbanos como Berlín, Buenos Aires, Chicago, Londres, Los Ángeles, Ciudad de México, Nueva York, París y Sídney. Pero no olvidemos que los desafíos de la posguerra persistieron en las zonas rurales, mientras que regiones como Europa del Este, Rusia y China estaban sumidas en la agitación civil, África y Asia permanecían bajo dominio colonial. El optimismo europeo se vio atenuado por el escepticismo y la desilusión en muchos sectores de la sociedad, lo que refleja los problemas y sentimientos actuales. 

En el contexto de Alemania, los “años 20 dorados” abarcaron los años comprendidos entre 1924 y 1929. La introducción del Rentenmark en 1924 frenó con éxito la hiperinflación y marcó una fase de estabilización económica relativa, no absoluta. En 1918, una taza de café costaba sólo 1 marco, pero la hiperinflación de 1924 hizo que los precios se dispararan hasta varios millones de marcos. El verdadero éxito económico se limitó al estrecho período comprendido entre 1926 y 1928: una breve fase de prosperidad entre fases de cambios de gran alcance. Muchos de nosotros seguimos de cerca los acontecimientos políticos y económicos del pasado para extrapolar las tendencias que dan forma a la trayectoria de nuestro panorama global. Al acercarse este año, una vez más estamos atrapados en acontecimientos que están remodelando radicalmente nuestro mundo, pero si bien 1924 marcó el comienzo de un éxito económico de corta duración, las señales para 2024 apuntan hacia abajo por ahora.

Si avanzamos hasta la década de 2020, el mundo ha vuelto a experimentar rápidas transformaciones.

Incluso mientras nos preparamos para una recesión prevista en 2024, es digno de mención que el gasto en tecnología ha superado consistentemente el crecimiento del PIB en esta década, como destaca el último informe de Forrester. El panorama de inversión está marcado por la aparición de nuevas tecnologías, la rápida expansión de las industrias y la introducción de nuevos sectores. En particular, la economía digital está superando a los sectores tradicionales en crecimiento, una tendencia que se espera que persista hasta 2024. En consecuencia, las perspectivas de inversión en ámbitos de la economía digital como la salud digital, la inteligencia artificial y la ciberseguridad están preparadas para fortalecerse. 

Forrester también anticipa que dos tercios de todas las empresas realinearán sus operaciones de fabricación debido a presiones geopolíticas. En 2023, un sustancial 72% de las presentaciones corporativas citaron la geopolítica o los controles de exportación como factores cruciales que influyen en sus estrategias comerciales a largo plazo. Este cambio sugiere un aumento en el abastecimiento interno de las empresas con sede en Estados Unidos y Europa, particularmente si dependen de los recursos y la producción de China, Medio Oriente y Europa del Este. La exposición a países cuyas relaciones comerciales con Occidente se están deteriorando rápidamente, regiones que experimentan disturbios civiles y áreas que enfrentan una creciente inestabilidad económica se han convertido en importantes pasivos. Especialmente las industrias que se han visto muy afectadas por las restricciones relacionadas con el covid, como los fabricantes de piezas de bicicletas, están trasladando rápidamente la producción más cerca de sus principales mercados.

En reacción a los desafíos climáticos, el mundo está experimentando un cambio hacia soluciones de energía limpia, lo que está abriendo puertas a oportunidades de inversión en energía renovable, tecnología limpia y eficiencia energética. Los mercados emergentes, que comprenden economías que avanzan rápidamente, están superando a sus homólogos desarrollados. Este crecimiento ofrece potencial de inversión en mercados emergentes, especialmente en Asia, América Latina y África.

Los cambios rápidos abren oportunidades para nuevos actores y, por tanto, para los inversores. Se trata de seis áreas que crecerán en 2024 a pesar de la continua recesión económica.

  1. La influencia de la IA: El campo de la IA ofrecerá numerosas oportunidades de inversión, y los algoritmos de IA estarán cada vez más integrados en nuestras rutinas diarias. El impacto social de la IA será profundo, lo que enfatizará la necesidad de comprender la sinergia entre humanos y computadoras. Desde grandes modelos de lenguaje como ChatGPT hasta herramientas de diagnóstico en el sector médico, el camino que tomará la IA en la próxima década aún está por determinar.
  2. Evolución de la ciberseguridad: La ciberseguridad seguirá siendo una de las principales preocupaciones para las empresas en 2024, con crecientes tensiones geopolíticas y una demanda en aumento. Especialmente el sector de las energías renovables en Europa ha sido el blanco del ataque a gran escala de Rusia a Ucrania. Las empresas energéticas noruegas han registrado un aumento en los ataques, mientras crece el temor a malware como el virus Triton que cerró una planta petroquímica saudí en 2017. La consumerización del fraude basado en IA también remodelará el panorama, lo que conducirá a una mayor subcontratación de la confianza empresarial y a un mayor enfoque en la educación y concientización sobre seguridad.
  3. Crecimiento de energía renovable: El sector de las energías renovables seguirá creciendo, presentando oportunidades de inversión en soluciones energéticas sostenibles. Para lograr emisiones netas cero para 2050, se debe invertir aproximadamente 4 billones de dólares por año en energías renovables hasta 2030. Las tecnologías esenciales, como los sistemas de almacenamiento en baterías, permitirán que la energía renovable satisfaga la demanda de manera eficiente. Los cambios de política son cruciales para reducir los riesgos de mercado y fomentar la inversión.
  4. Revolución de la salud digital: El sector de la salud seguirá expandiéndose en 2024, ofreciendo perspectivas de inversión prometedoras a medida que la digitalización y la inteligencia artificial sigan remodelando los diagnósticos. Un modelo de IA reciente que combina información de imágenes con datos clínicos de pacientes para mejorar el rendimiento del diagnóstico en las radiografías de tórax, según la revista médica Radiology by la Sociedad Radiológica de América del Norte. Las soluciones de salud digital empoderarán a los pacientes al reducir los costos y las limitaciones de tiempo, mejorar la accesibilidad y fomentar la gestión proactiva de la atención médica. Las colaboraciones entre empresas emergentes, gobiernos y partes interesadas impulsarán la innovación en productos y servicios de atención médica digital.
  5. Transformación de la educación: La educación es una industria dinámica con un potencial de inversión sustancial. El aprendizaje práctico y remoto está dando forma al futuro, impulsado por la IA y el cambio en las rutinas de vida. Será necesario responder rápidamente a las preguntas sobre el papel de la IA en la educación y quién decide sus términos. Será fundamental empoderar a los estudiantes y reconocer la acción humana en la tecnología.
  6. Avances en infraestructura: El desarrollo de infraestructura seguirá siendo vital para las economías, ya que requerirá inversiones en proyectos como carreteras, puentes y aeropuertos. Las asociaciones público-privadas (P3) desempeñarán un papel importante para cerrar la brecha de inversión, pero las empresas de infraestructura deben abordar problemas de desempeño pasados. Las soluciones de infraestructura sostenible, los sensores habilitados para IoT y los algoritmos de IA impulsarán la eficiencia, el ahorro de costos y la longevidad en los proyectos de infraestructura.

Al tomar decisiones de inversión como capital de riesgo, es fundamental considerar varios factores, incluida su tolerancia al riesgo, los objetivos de inversión y el horizonte temporal. Dados los cambios estructurales en curso y las altas tasas de interés, que abarcan las transformaciones climáticas y digitales, las inversiones son esenciales para fortalecer la resiliencia y fomentar la innovación. Esto implica la eliminación de impedimentos para ingresar a los mercados y participar en el comercio transfronterizo, fomentar una competencia sana, alinear las políticas de competencia con la era digital y elevar el desarrollo de habilidades.

Estoy seguro de que el final de la década de 2020 no replicará la grave crisis económica de principios de la década de 1930, lo que ofrece una perspectiva más optimista para el futuro. Para los inversores del próximo año, la sabiduría reside en la diversificación y la visión a largo plazo, junto con un enfoque en la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social. Evite movimientos impulsivos; en cambio, priorice la estabilidad en medio de la incertidumbre.

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