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Los vínculos de defensa entre Estados Unidos e India avanzan rápidamente

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Un informe reciente publicado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) es una lectura interesante. Señala que India fue el principal importador de armas del mundo entre 2019 y 2023, y sus importaciones aumentaron un 4.7 por ciento en comparación con el período entre 2014 y 2018. El mismo informe también señala que “aunque Rusia siguió siendo el principal proveedor de armas de la India [representando el 36% de sus importaciones de armas], este fue el primer período de cinco años desde 1960-64 en el que las entregas de Rusia [o la Unión Soviética antes de 1991] representaron menos de la mitad de las importaciones de armas de la India”.

Esto muestra que, aunque Rusia sigue siendo el mayor proveedor de armas de la India, las ventas de armas de Estados Unidos a la India han aumentado dramáticamente. India ahora compra una amplia gama de armamento de defensa a Estados Unidos. Esto incluye aviones C-17 Globemaster III, helicópteros de ataque Apache AH-64, helicópteros Romeo MH-60, aviones de reconocimiento P8I Poseidon Maritime y muchos más acuerdos en proceso.

Cabe señalar aquí que durante la histórica visita de Estado del Primer Ministro indio, Narendra Modi, a los EE.UU. en junio del año pasado, la empresa estadounidense GE Aerospace firmó un pacto con Hindustan Aeronautics Limited (HAL) producirá conjuntamente motores de aviones de combate para el avión de combate ligero (LCA) -Mk-II—Tejas de la Fuerza Aérea de la India. Este es un acuerdo histórico para ambos países y podría abrir las puertas a muchos más acuerdos en el futuro.

Entonces, ¿qué ha cambiado?

Rusia (y su predecesora, la Unión Soviética) solía ser la principal fuente de armamento para la India, pero ahora la India obtiene armas de una amplia variedad de países como Estados Unidos, Francia y otros como Israel. Para la India, Estados Unidos es un socio muy importante ya que enfrenta amenazas gemelas de Pakistán en su flanco occidental y China en su flanco norte.

Las relaciones entre la India y los EE.UU. cambiaron tras el histórico acuerdo nuclear entre los EE.UU. y la India de 2008, en virtud del cual los EE.UU. acordaron realizar comercio nuclear con la India, aunque la India no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear ni el TPCE (TPCE). -Tratado de Prohibición).

Estados Unidos ve a la India como un socio indispensable en su intento de contrarrestar a una China cada vez más asertiva. Beijing, bajo el presidente Xi Jinping, no ha ocultado el hecho de que quiere tener más voz en la región. Si bien el modelo de “centro y radios” ha funcionado bien para Estados Unidos en el pasado, ningún país de la región del Indo-Pacífico puede compensar a India debido a su enorme tamaño, la escala de su economía y su peso estratégico.

Desafios

Sin embargo, el desafío en el frente de defensa entre India y Estados Unidos será la cuestión de la transferencia de tecnología, ya que India ahora está poniendo mayor énfasis en su iniciativa “Make in India”, que apunta a la indigenización de su armamento de defensa.

Además, la India sigue importando sistemas de armas de Rusia. Nueva Delhi ha encargado a Moscú sistemas de defensa antimisiles S-400. Se ha negado a dar marcha atrás ante las amenazas de sanciones estadounidenses por el acuerdo.

Sin embargo, vale la pena señalar aquí que cerca del 60 por ciento del arsenal militar en servicio general de la India es de origen ruso, aunque en términos porcentuales, sus importaciones de armas desde Rusia entre 2017 y 2022 han caído del 62 por ciento al 45 por ciento. Sin embargo, la India seguirá dependiendo del apoyo técnico de Moscú para sus plataformas de armas rusas. También colabora con Rusia para la fabricación de los misiles BrahMoS.

Además, está el factor Pakistán, ya que Estados Unidos ha suministrado a Pakistán aviones de combate F-16, que se han utilizado en combates reales contra la India.

El camino por delante

Lo que sigue siendo seguro es que las relaciones de defensa entre India y Estados Unidos seguirán creciendo independientemente de posibles cambios en los gobiernos de ambos extremos. India y Estados Unidos deben dar pasos graduales hacia adelante y centrarse primero en los frutos más fáciles, antes de abordar los temas grandes. Estados Unidos y la India también tendrán que “estar de acuerdo en no estar de acuerdo” en cuestiones como Pakistán y Rusia, teniendo presente el panorama a largo plazo. Como dicen, no hay que perderse el bosque por los árboles.

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