El número promedio anual de pagos sin efectivo per cápita creció un 10%, de 426 a 468 en 2022, en las economías avanzadas, y un 18%, de 246 a 291, en las economías de mercados emergentes y en desarrollo.

Mientras tanto, el valor nominal promedio de las transacciones de pagos sin efectivo continuó disminuyendo o se estabilizó en la mayoría de los países en 2022, a pesar del aumento general de los niveles de precios.

Las tarjetas fueron los instrumentos de pago digitales más utilizados en 2022, seguidas de las transferencias de crédito. Los pagos con cheques continuaron disminuyendo en casi todas partes.

El BIS también señala que el uso de “pagos rápidos” ha alcanzado nuevos niveles. Si bien esto todavía se limita principalmente a los pagos internos, el banco dice que existe una oportunidad de fomentar las interrelaciones entre los sistemas para mejorar los pagos transfronterizos, una prioridad del G20.

En cambio, la demanda de billetes y monedas disminuyó a nivel mundial y con mayor fuerza en las economías de mercados emergentes y en desarrollo. El BPI informa una disminución en los valores promedio de las transacciones de pagos sin efectivo y una caída en los retiros de efectivo.

Sin embargo, el BIS cita investigaciones que muestran que todavía existe una demanda considerable de efectivo, especialmente entre las personas mayores y aquellos que quisieran controlar su presupuesto.

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