por Vaibhav Agrawal
El conflicto en Ucrania ha sido testigo del aumento de los vehículos aéreos no tripulados (UAV) o drones como activos militares formidables. Más allá de los drones tradicionales, a finales de octubre de 2022 se produjo un acontecimiento significativo cuando la armada ucraniana ejecutó una maniobra audaz: lanzar un ataque contra el cuartel general de la Flota rusa del Mar Negro en Sebastopol, Crimea, utilizando siete buques de superficie no tripulados (USV). Cada USV, que medía 5.5 metros de largo y tenía un peso bruto de 1,000 kg, estaba armado con explosivos y misiles. Posteriormente también se produjeron más ataques de este tipo.
Si bien la Armada rusa repelió con éxito todos estos ataques, el uso de vehículos estadounidenses marcó un momento crucial en la guerra naval, señalando su surgimiento como una fuerza potente. Este desarrollo no es exclusivo de Ucrania, ya que grandes potencias navales como Estados Unidos, Reino Unido, China y Francia están diversificando rápidamente su arsenal de aviones no tripulados. Los sistemas aéreos no tripulados (NUAS) y los vehículos submarinos no tripulados (UUV) se están integrando cada vez más en las estrategias navales, lo que refleja una tendencia más amplia hacia la incorporación de tecnologías no tripuladas en la guerra naval moderna.
Advenimiento de plataformas no tripuladas
Los sistemas aéreos no tripulados navales (NUAS) representan una categoría de drones avanzados diseñados específicamente para operaciones a bordo de barcos, perfectamente integrados en el sistema del barco anfitrión. Estos sistemas exhiben capacidades de lanzamiento y recuperación similares a las que se encuentran en los portaaviones. Operando en sinergia con sus barcos anfitriones, NUAS funciona como herramientas sofisticadas para diversas aplicaciones navales.
Por otro lado, los vehículos submarinos no tripulados (UUV), a menudo denominados drones submarinos, operan bajo la superficie del agua y comparten similitudes con los submarinos no tripulados. Los UUV pueden operar de forma remota o autónoma, y ​​este último depende en gran medida de la Inteligencia Artificial (IA). La IA desempeña un papel crucial en funciones como la navegación autónoma, el reconocimiento y evitación de obstáculos y la utilización de cámaras y sensores avanzados.
De manera similar, los buques de superficie no tripulados (USV) pueden ser controlados remotamente o autónomos. La funcionalidad autónoma implica el uso extensivo de IA para tareas como navegación y gestión de obstáculos, junto con sofisticados sistemas de cámaras y sensores. Si bien los tres (NUAS, UUV y USV) pueden transportar cargas útiles de municiones para atacar buques de guerra enemigos, su uso predominante hasta ahora ha sido en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). La integración de la IA mejora sus capacidades y las convierte en activos valiosos en las operaciones navales modernas.
El año pasado, numerosos informes de los medios de comunicación destacaron los preparativos de la Armada de la India para las pruebas de su primer buque de superficie no tripulado (USV) multipropósito desarrollado localmente y diseñado para operaciones de vigilancia y barrido de minas.
Este USV de 15 metros de largo está diseñado para misiones de recopilación, vigilancia y reconocimiento de inteligencia marítima. Según fuentes de la Armada india, se espera que el buque alcance una velocidad máxima superior a los 30 nudos y operará de forma autónoma, con un sistema de evitación de colisiones de obstáculos "estático y dinámico".
El esfuerzo de colaboración detrás del desarrollo de este USV involucra al Establecimiento de ingeniería de sistemas electrónicos y de armas (WESEE), Bharat Electronic Ltd (BEL) y Goa Shipyard Ltd (GSL). El barco, ya fabricado, estaba inicialmente previsto para pruebas desde Goa a Mumbai en junio. Sin embargo, debido a las condiciones climáticas adversas, particularmente a las fuertes lluvias en Mumbai, las pruebas se reprogramaron para noviembre. Desafortunadamente, hasta el momento no hay más actualizaciones sobre el estado de estos ensayos, lo que indica un posible retraso en la fase de prueba.
Una era de batalla de adaptación
El concepto de “batalla de adaptación”; ha sido un aspecto definitorio del actual conflicto entre Rusia y Ucrania. En vista de esto, la India se enfrenta al imperativo de adaptarse integrando sistemas autónomos y robóticos en su infraestructura militar y cultivando capacidades de producción soberanas, un ámbito históricamente plagado de retrasos y desafíos. La urgencia de dicha adaptación se ve subrayada por el despliegue acelerado de tecnología autónoma en escenarios de guerra recientes, lo que enfatiza la necesidad de que la India se posicione en el lado ventajoso de la asimetría en posibles conflictos futuros.
El cambiante panorama de amenazas para las fuerzas navales se desarrolla de manera distintiva en las operaciones litorales y en mar abierto. En entornos litorales, la contienda se ha intensificado hasta el punto de que las fuerzas navales tripuladas podrían enfrentar desafíos formidables en situaciones de combate, incluso con capacidades de autodefensa mejoradas. A pesar de los esfuerzos por fortificar los barcos, surge una coyuntura crítica en la que la capacidad de supervivencia y operatividad de las fuerzas navales en las zonas litorales se vuelven precarias. En consecuencia, hay un cambio perceptible hacia la asignación de funciones a sistemas no tripulados en estos entornos en disputa, lo que significa un papel fundamental para la tecnología autónoma en la configuración del futuro de las operaciones navales.
En mar abierto se está desarrollando un conjunto distinto de dinámicas. La proliferación de armas de largo alcance capaces de apuntar a fuerzas navales a miles de kilómetros de la costa de un adversario es una tendencia destacada. Por ejemplo, China está siguiendo activamente una estrategia de distribución para crear un mayor número de objetivos potenciales, con el objetivo de dispersar y diluir los ataques en una gama más amplia de contactos. Sin embargo, este enfoque encuentra limitaciones ya que la adquisición de plataformas tripuladas tiene sus limitaciones, lo que restringe la expansión de la distribución.
Las limitaciones inherentes a la distribución en escenarios de mar abierto están provocando un giro hacia sistemas no tripulados. La automatización en este contexto va más allá de dotar a los sistemas de inteligencia para orientación y control. Implica equipar estos sistemas con la capacidad de abordar fallas mecánicas, responder a situaciones imprevistas y navegar en entornos sin GPS. La dependencia de sistemas no tripulados se está volviendo cada vez más fundamental para aumentar las capacidades de las fuerzas navales en mar abierto, donde las plataformas tripuladas tradicionales enfrentan limitaciones en términos de distribución y escalabilidad.
La otra cara de la moneda
El objetivo final es introducir complejidad para el adversario, y existen dos enfoques fundamentales para abordar este objetivo.
En un escenario, se pueden utilizar un barco de combate litoral y una flota de buques de superficie no tripulados para ampliar el alcance, alcance y persistencia de la plataforma tripulada. Si bien este enfoque mejora las capacidades, no cambia fundamentalmente la forma en que se enfrenta al adversario: simplemente introduce algunos objetivos adicionales con los que lidiar.
Alternativamente, un enfoque más estratégico implica otorgar autonomía a los sistemas no tripulados, permitiéndoles realizar operaciones independientes. Este enfoque crea escenarios más desafiantes y complejos para que el enemigo navegue. Al renunciar a un control más estricto, estos sistemas no tripulados se convierten en activos valiosos para generar operaciones complejas o proporcionar capacidades de sensores ampliadas para enfrentamientos de largo alcance. Este enfoque también permite separar o desacoplar la plataforma tripulada de elementos importantes de la cadena de destrucción, ofreciendo una forma versátil y dinámica de enfrentar a los adversarios en operaciones navales.
Desde el punto de vista de la India, ¿qué se requiere?
Reconociendo la rápida evolución de la guerra naval, la Armada de la India está avanzando activamente en su “hoja de ruta no tripulada”. La lista de deseos incluye el desarrollo de buques de superficie no tripulados (USV) autónomos y operados remotamente, vehículos submarinos no tripulados (UUV) y sistemas aéreos navales no tripulados ( NUAS). La ventaja estratégica radica en estas naves no tripuladas, que ofrecen menores requisitos de mano de obra, cero riesgo para el personal, menores costos operativos, mayor alcance y mayor velocidad y precisión en el procesamiento de datos, lo que resulta en un ciclo de decisión más rápido. Si bien actualmente el enfoque principal es utilizar estas plataformas con fines de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), el potencial para aplicaciones militares sigue abierto.
El rival regional de la India, China, ha logrado avances notables en el campo de los buques no tripulados, y se están realizando pruebas y despliegues prácticos de buques no tripulados. Entre sus novedades cabe destacar la patrullera no tripulada L30, equipada con radar y sistemas electroópticos, que alcanza una velocidad de más de 35 nudos y un alcance de 220 millas náuticas. El barco de reconocimiento Zhu Hai Yun Ocean se destaca como el primer portaaviones marítimo de China, capaz de navegación autónoma y control remoto, y con capacidad para más de 50 sistemas no tripulados en el aire, en la superficie del mar y bajo el agua.
El despliegue por parte de China de buques no tripulados que rompen obstáculos en ejercicios de aterrizaje anfibio demuestra la versatilidad de estos activos no tripulados. Estos buques, transportados en barcos de desembarco, abren pasajes para las tropas de desembarco al esparcir explosivos y romper obstáculos al ser liberados.
El buque de combate no tripulado multipropósito JARI subraya aún más la destreza de China, con capacidades que abarcan misiones de defensa aérea, antibuque y antisubmarinas. A pesar de su tamaño compacto, el JARI cuenta con un sistema de radar en fase, misiles lanzados verticalmente y torpedos, lo que muestra la naturaleza multifacética de los avances de China en tecnología naval no tripulada.
Las fuerzas de defensa indias se han enfrentado con frecuencia a importantes retrasos en la adquisición y el desarrollo de buques esenciales y proyectos clave no sólo en el ámbito marítimo sino también para el ejército y la fuerza aérea de la India, ya sea que se trate de la adquisición de rifles de asalto o del número necesario de escuadrones. . Estos retrasos, a menudo atribuidos a factores políticos y geopolíticos, tienen consecuencias directas para el aparato de defensa indio y, en última instancia, representan una amenaza para la seguridad nacional.
Reconocer esta realidad es crucial, ya que subraya el imperativo de que la seguridad marítima de la India se alinee tecnológicamente con la de sus adversarios. El panorama cambiante de la guerra moderna, particularmente en el ámbito marítimo, requiere la adopción de tecnologías avanzadas para abordar eficazmente las amenazas emergentes. Los retrasos en las adquisiciones y el desarrollo no sólo afectan la preparación operativa de las fuerzas de defensa indias, sino que también crean vulnerabilidades que los adversarios pueden explotar. Reconocer la necesidad de avances estratégicos y oportunos en la seguridad marítima es imperativo para que la India mantenga una postura de defensa sólida y contrarreste eficazmente los posibles desafíos.
Abordar estos retrasos y garantizar la implementación oportuna de iniciativas de seguridad marítima es esencial para que la India pueda seguir el ritmo de los avances tecnológicos y salvaguardar sus intereses nacionales. La alineación de las capacidades de defensa con los desafíos contemporáneos es fundamental para mantener una postura de defensa creíble y eficaz en el ámbito marítimo.
El autor es periodista de defensa senior y editor de Business Upturn Asia con un especial enfoque en asuntos espaciales y de defensa. Las opiniones expresadas anteriormente son del autor. Se le puede contactar en vaibhavmag1@gmail.com y tuitea @VaibhavMAG.