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Los compradores extranjeros están abandonando el mercado inmobiliario estadounidense. Este es el por qué

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Los compradores internacionales se están retirando del mercado inmobiliario estadounidense, ya que altas tasas hipotecarias, el aumento vertiginoso de los precios de las viviendas, una escasa oferta de viviendas en venta y un dólar fuerte hacen que las compras sean mucho menos atractivas desde el punto de vista financiero.  

Desde abril del año pasado hasta marzo de este año, los compradores internacionales compraron aproximadamente 84,600 viviendas; ese es el número más bajo desde que la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios comenzó a rastrear tales compras en 2009 y una caída del 14% con respecto al año anterior.

Y aunque los compradores extranjeros adquirieron menos viviendas, pagaron más por ellas. El precio medio de las casas que compraron fue de $ 396,400, el más alto que jamás registraron los agentes inmobiliarios.

China, México, Canadá, India y Colombia fueron los cinco principales países de origen de los compradores internacionales de viviendas existentes por número de viviendas, no por volumen en dólares. La encuesta no cuenta la nueva construcción, donde los compradores internacionales también están activos. 

Los compradores chinos tuvieron el precio de compra promedio más alto, con $1.23 millones, probablemente porque un tercio de ellos compró en California, donde los precios de las casas son más altos. En total, el 15% de los compradores extranjeros compraron casas por valor de más de $1 millón.

“Las compras de viviendas de compradores chinos aumentaron después de que China relajó la política de confinamiento pandémico más estricta del mundo, mientras que los compradores de India se vieron beneficiados por el fuerte crecimiento del PIB del país”, dijo Lawrence Yun, economista jefe de NAR, en un comunicado de prensa. "Un peso mexicano más fuerte frente al dólar estadounidense probablemente contribuyó al aumento de las ventas de los compradores mexicanos".

Si bien las ventas al extranjero cayeron en general, las compras chinas lograron ganancias considerables. El total de compras de viviendas chinas en 2023 es el más alto desde 2018, que fue uno de los años pico para la compra internacional de propiedades chinas, según Juwai IQI, un grupo internacional de tecnología inmobiliaria con sede en Asia.

“Solo uno de cada 10 compradores chinos está comprando puramente como una inversión, lo cual es un gran cambio con respecto a mediados de la década de 2010, cuando los consumidores chinos adinerados buscaban diversificar su riqueza fuera de China”, dijo Kashif Ansari, cofundador de Juwai IQI. y director general del grupo. “En 2023, el comprador chino típico ya no es un inversionista extranjero, sino que está en camino de convertirse en residente y ciudadano estadounidense”.

Los compradores extranjeros continúan acudiendo en masa a los mismos lugares que en el pasado, a saber, Florida (23 %), California (12 %), Texas (12 %), Carolina del Norte (4 %), Arizona (4 %) e Illinois ( 4%). A los compradores chinos en particular les gusta California, ya que a menudo compran para que sus hijos puedan asistir a las escuelas y universidades locales.  

“Florida, Texas y Arizona continúan atrayendo compradores extranjeros a pesar de las condiciones climáticas cálidas durante el verano y el aumento significativo en los precios de las viviendas que comenzó hace unos años”, agregó Yun.

Alrededor del 42% de los compradores extranjeros usaron efectivo. En cuanto a por qué están comprando, la mitad compró las propiedades para usarlas como casa de vacaciones, propiedad de alquiler o ambas, frente al 44% del año anterior.

Es poco probable que la caída en las compras extranjeras en general alivie la competencia por los compradores nacionales, ya que los compradores internacionales solo representan un poco más del 2% de todos los compradores. Pero podría ayudar en los márgenes en ciertos mercados locales más favorecidos por los compradores extranjeros.

Sin embargo, los compradores nacionales actuales son más preocupado por las tasas hipotecarias, que suponen más del doble de lo que eran en los dos primeros años de la pandemia, y con la escasa oferta de viviendas en venta.

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