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Una moneda digital nacional tiene serias implicaciones de privacidad

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El uso generalizado de la criptomoneda como método alternativo de pago ha llevado a un ecosistema digital en crecimiento a lo largo de los años. Los gobiernos están detrás de la curva y continúan luchando sobre cómo Desarrollar medidas efectivas de política pública para regular su uso.

El Banco de Canadá ha estado explorando activamente la opción de un moneda digital para abordar la amenaza percibida de la criptomoneda durante varios años. Esta moneda digital nacional estaría centralizada, lo que significa que el banco podría monitorear y regular las transacciones dentro de esa red.

La criptomoneda es una moneda digital descentralizada que se basa en la aplicación de la criptografía para realizar transacciones financieras y proteger contra la falsificación y el fraude. La criptomoneda es una alternativa a las monedas soberanas emitidas por los gobiernos estatales, como el dólar canadiense.

Mi investigación doctoral explora cómo los estados intentan regular la criptomoneda, una tecnología disruptiva que amenaza la soberanía que es resistente a ser controlada por cualquier estado unilateralmente.

Regulación de criptomonedas

El uso de criptomonedas tiene amplias implicaciones para la economía global, así como para el papel del estado. Como una red descentralizada de pagos entre pares que permite a las personas compartir información entre sí sin la necesidad de un intermediario, la criptomoneda elude el control que los bancos centrales tienen sobre el suministro de dinero.

Desarrollado por la tecnología blockchain, ningún tercero tiene el control de las transacciones y los datos almacenados en el libro mayor distribuido. Como tal, el uso de la criptomoneda como medio de pago tiene el potencial de socavar la capacidad del estado para rastrear el movimiento de la moneda.

Como resultado, los gobiernos se han movido para reducir las criptomonedas, en algunos casos refiriéndose a ellas como una amenaza directa para seguridad nacional y la estabilidad del sistema financiero global.

Este movimiento para clasificar la criptomoneda como una amenaza contradice las declaraciones hechas por Mark Carney, el ex gobernador del Banco de Canadá y actual gobernador del Banco de Inglaterra. Carney desafió el papel de la moneda de reserva mundial, declarando que podría ser reemplazado por una alternativa digital.

Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, cree que una moneda virtual podría fortalecer la economía global.

Moneda digital federal

En un informe encargado por el Banco de Canadá, los resultados sugieren que Los canadienses ahora tienen una mayor conciencia de las criptomonedas como Bitcoin, y se estima que el cinco por ciento de los canadienses en realidad poseen estos activos digitales.

Las monedas digitales propiedad del gobierno probablemente se ejecute en una blockchain privada, reduciendo la transparencia debido a su modelo de gobierno centralizado. Las blockchains privadas intentan aprovechar las ventajas de la tecnología blockchain sin renunciar a todo el control. Este enfoque centralizado aumenta el riesgo de un solo punto de falla ya que todos los datos se almacenan en un solo sistema.


Más información: Cinco obstáculos que enfrenta blockchain para revolucionar la banca


Almacenar inmensas cantidades de datos en una ubicación centralizada no siempre ha sido exitoso, a menudo conduce a filtraciones de datos y fugas. Además, habría un acceso más fácil a los datos, ya que los piratas informáticos solo tendrían que comprometer un número menor de nodos, en comparación con la cantidad de nodos en una red pública descentralizada.

Gestión por consenso

Las criptomonedas tradicionales están descentralizadas y las transacciones se validan y gobiernan por consenso. Esto significa que la mayoría de los nodos en la red tendrían que estar de acuerdo en que ocurrió una transacción para que sea validada.

La exploración del Banco de Canadá ha sugerido que establecer una moneda digital les proporcionaría La capacidad de recopilar más información sobre los consumidores canadienses que nunca. Estos datos y datos personales podrían ser compartido con terceros, como la aplicación de la ley, que actualmente requiere una orden judicial para investigar los hábitos de gasto de un individuo.

La noción de recopilar más información sobre los canadienses a través de un moneda digital propuesta plantea serias preocupaciones de privacidad. Si bien el efectivo sigue siendo la única forma de mantener sus transacciones anónimas, el uso de la criptomoneda deja un rastro detallado.

Al insertarse en la mezcla, el Banco de Canadá apunta a afirmar un nuevo nivel de vigilancia estatal en la economía digital.

Controlando el flujo de caja

Aunque algunas criptomonedas brindan alias a los usuarios, no hay garantía de que la moneda digital del Banco de Canadá brinde a los ciudadanos el mismo nivel de anonimato.

Una moneda digital nacional que recopila información sobre los consumidores tiene serias implicaciones de privacidad, y uno de los posibles resultados sería reemplazar el dinero físico por completo. El monitoreo institucional a través de los hábitos de gasto en moneda digital plantea preocupaciones en torno a la vigilancia de menores, ciudadanos indocumentados y nuestro derecho a la privacidad.

A medida que los países se preparan para experimento y lanzamiento sus propias monedas digitales nacionales, también se enfrentarán a los problemas asociados con la gobernanza centralizada.

Al introducir y regular una moneda digital administrada por el gobierno federal, el Banco de Canadá también participará en la vigilancia estatal de los patrones y hábitos de gasto canadienses. (Shutterstock)

Gastar libremente

Cada bit de información que el banco central puede controlar, ver y compartir sobre los canadienses y sus hábitos de gasto es una ventaja potencial de aprendizaje para los banqueros privilegiados, pero no para el resto de la sociedad. Cada restricción que enfrenta el Banco de Canadá, como el uso cada vez mayor de criptomonedas descentralizadas entre la población, es una debilidad, de ahí su experimentación con la tecnología de contabilidad privada distribuida.

La introducción de cualquier criptomoneda centralizada a través del Banco de Canadá debe estar sujeta a escrutinio ya que probablemente conduciría a un nivel de vigilancia estatal sin precedentes en los canadienses. A medida que continuamos experimentando más monitoreo gubernamental e institucional, debemos preguntarnos si los bancos centrales son las instituciones adecuadas para desarrollar nuevas monedas digitales.

Lo que el Banco de Canadá no entiende es que Históricamente, la tecnología tiende a la apertura. El enfoque del Banco de Canadá sobre la moneda digital no es una excepción.

Fuente: https://theconversation.com/a-national-digital-currency-has-serious-privacy-implications-130520

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