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La legalización del cannabis de Beldia impulsa la región de Alhucemas en Marruecos

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Cabe señalar que el cannabis actualmente cultivado y procesado legalmente en estas zonas se basa en semillas extranjeras y plantas importadas, como destaca Adbib. La cooperativa prevé iniciar la campaña de siembra este mes de marzo y establecer su unidad de procesamiento en los próximos meses, bajo la lupa de la ANRAC.

Abdellatif Adbib, de 65 años, también había defendido ante las autoridades de la ONU los efectos terapéuticos de la planta en el contexto de un uso regulado. Con un contenido de THC inferior al 1%, principal sustancia psicoactiva, la Beldia marroquí específica tiene potencial para cultivarse legalmente para uso industrial, beneficiando a los agricultores y a la economía regional.

La aprobación del cultivo legal de Beldia en Marruecos marca un cambio significativo en la regulación del cannabis en el país, abriendo nuevas oportunidades en sectores industriales clave y ofreciendo un camino a seguir para los agricultores que se han enfrentado a años de clandestinidad.

La iniciativa de Abdellatif Adbib refleja un enfoque hacia el uso regulado del cannabis, sus beneficios potenciales para la sociedad y la economía local.

Se espera que en los próximos años esta planta sea exportada legalmente a países europeos donde está aprobado el consumo recreativo y medicinal, entre los países donde se cumpliría esta medida se encuentran Estados Unidos, Países Bajos, Francia y Alemania.

Oscuro pasado del consumo de cannabis en Marruecos: de la erradicación a la legalización

El auge del cultivo de cannabis en Marruecos se ha visto impulsado por la demanda mundial de esta sustancia. A pesar de la tradicional tolerancia del consumo de cannabis en el país, las crecientes preocupaciones sobre los efectos negativos para la salud y las implicaciones sociales han llevado a una revisión más crítica de esta postura.

Intento de erradicación (2003-2010):

en 2003, se alcanzó el pico de producción de cannabis en Marruecos. Ese año, un estudio de la ONUDD reveló que 135,000 hectáreas, equivalentes al 1.48% de la tierra cultivable del país, estaban dedicadas al cultivo de cannabis, con una producción estimada de 3,070 toneladas de resina. Para abordar esta cuestión, el gobierno de Rabat implementó una política de erradicación masiva entre 2003 y 2010. Esta iniciativa provocó la resistencia de las tribus del Rif históricamente marginadas, que defendían esta actividad como su principal fuente de ingresos. A pesar de la dura represión gubernamental, la superficie dedicada al cultivo de cannabis se redujo a 50,000 hectáreas en 2010.

Legalización (2020-2022):

En diciembre de 2020, la Comisión de Estupefacientes de la ONU aprobó la eliminación del cannabis de la lista de drogas peligrosas, lo que permite a Marruecos establecer un marco legal para regular su producción y uso. En febrero de 2021, el gobierno marroquí aprobó la legalización del consumo de cannabis medicinal e industrial, con el objetivo de aprovechar las oportunidades económicas, mejorar los ingresos agrícolas y combatir el tráfico de drogas. Sin embargo, el uso recreativo sigue prohibido, limitándose la concentración de THC al 0.2%. La Agencia Nacional para la Regulación de las Actividades Relacionadas con el Cannabis (ANRAC) se creó para gestionar los asuntos relacionados con el cannabis.

La ley sobre los usos legales del cannabis se aprobó en mayo de 2021 y, desde entonces, la región Tánger-Tetuán-Alhucemas ha experimentado un aumento de las inversiones. En octubre de 2022, se expidieron las diez primeras licencias bajo la supervisión de ANRAC, restringidas a tres provincias del Rif: Al Hoceima, Chefchaouen y Taounate.

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