Logotipo de Zephyrnet

El Congreso le dice a la DEA que los tratados de drogas de la ONU son una broma, no permita que le impidan reprogramar la marihuana

Fecha:

Con Alemania legalizó el cannabis recreativo la semana pasada, parece que los tratados de drogas de la ONU sobre el cultivo y procesamiento de cannabis están descartados. Si bien Cannabis.net ha estado repitiendo durante el último año en múltiples artículos que el uso de la excusa por parte de Estados Unidos de no reclasificar la marihuana debido a “violaciones de los tratados internacionales sobre drogas” es una completa farsa. El De hecho, la ONU cambió su propia clasificación de la resina de cannabis hace 4 años, mientras que Estados Unidos aún tiene que actualizar su programación de la planta. Irónicamente, el Estados Unidos ha comenzado a importar cannabis de Jamaica con la aprobación de la DEA También para exámenes médicos.

Parece que el Congreso de los Estados Unidos está recogiendo el relevo Cannabis.net y decirle a la DEA que no se preocupe por los tratados internacionales sobre drogas ya que reprograma el cannabis en los meses o semanas actuales.

Sydney Kamlager-Dove, demócrata en el Congreso, está presionando para que la Administración de Control de Drogas (DEA) reevalúe su posición con respecto a la reclasificación de la marihuana. Ella cuestiona las afirmaciones de que posponer violaría los compromisos de la agencia en virtud de tratados internacionales y pide al Departamento de salud y servicios humanos (HHS) que dé primera prioridad a sus propuestas. Además, Kamlager-Dove subraya la necesidad de apertura y exige que la DEA revele cualquier factor externo que influya en su proceso de toma de decisiones.

Si bien algunos, como el representante Andy Harris, expresan preocupación por posibles violaciones del tratado, los expertos legales y legisladores argumentan a favor de la reprogramación. Señalan revisiones de las políticas mundiales sobre el cannabis y ejemplos de países como Canadá y Uruguay para respaldar su postura. Los defensores de la reprogramación sostienen que trasladar la marihuana a la Lista III se alinea con los objetivos del tratado de salvaguardar la salud y la seguridad públicas.

Debate en torno a las obligaciones del tratado y la reprogramación

El debate sobre la reclasificación de la marihuana se intensifica a medida que surgen dudas sobre su potencial. conflicto con obligaciones de tratados internacionales. Mientras que algunos, como el representante Andy Harris, expresan su preocupación por las violaciones del tratado, otros, incluidos expertos legales y legisladores, abogan por la reprogramación, citando la evolución de las políticas globales sobre cannabis y ejemplos de países como Ubicación: Canadá y Uruguay. Los defensores afirman que trasladar la marihuana a la Lista III podría alinearse con los objetivos del tratado de promover la salud y la seguridad públicas.

El apoyo a la reprogramación proviene de varios sectores, enfatizando sus beneficios potenciales y su alineación con las normas globales cambiantes. La reprogramación, según sus partidarios, puede resultar en una política de drogas más integral que aborde los efectos desiguales de la prohibición y dé mayor prioridad a la reducción de daños y la investigación científica. Mientras tanto, los llamados a la responsabilidad en la determinación de la política de drogas –especialmente cuando se trata de una sustancia con importantes ramificaciones médicas y sociales– resaltan preocupaciones más generales sobre la apertura en el proceso de toma de decisiones.

Mientras las partes interesadas navegan por las complejidades de los acuerdos internacionales y las leyes nacionales, la decisión de la DEA sobre la reprogramación tiene un peso sustancial. No sólo da forma a la política federal sino que también señala la postura de Estados Unidos sobre la regulación de drogas a nivel mundial. Con diversos intereses y perspectivas en juego, el debate destaca la necesidad de un enfoque matizado que considere la salud pública, la evidencia científica y las obligaciones internacionales.

Soporte para reprogramación

El apoyo a la reclasificación de la marihuana es generalizado entre sus defensores, quienes subrayan sus beneficios potenciales y su alineación con las actitudes globales cambiantes. Sus defensores argumentan que la reprogramación podría marcar el comienzo de un enfoque más holístico de la política de drogas, dando prioridad a la reducción de daños y la investigación científica. Al reconocer las propiedades medicinales de la marihuana y aliviar las restricciones, sus defensores creen que mejoraría el acceso tanto de los pacientes como de los investigadores. Además, sostienen que tal medida abordaría las desigualdades perpetuadas por la prohibición, que afectan particularmente de manera desproporcionada a las comunidades marginadas.

Sus defensores enfatizan lo importante que es reconocer los beneficios médicos de la marihuana y modificar las leyes en consecuencia. Sostienen que la reprogramación promovería un enfoque más compasivo y basado en hechos en la legislación sobre el cannabis, además de reflejar los avances sociales en la comprensión del cannabis. La reprogramación, según sus partidarios, puede crear nuevas vías para la innovación médica y la atención al paciente al eliminar barreras a la investigación y el tratamiento, lo que en última instancia conducirá a mejores resultados de salud pública.

La reprogramación se está impulsando principalmente debido a cuestiones más amplias de justicia social relacionadas con las leyes sobre drogas. Muchos partidarios llaman la atención sobre cómo las personas de bajos ingresos y las comunidades de color se ven desproporcionadamente afectadas por la prohibición de la marihuana. Sostienen que al aliviar las severas penas asociadas con la criminalización y crear vías tanto para la reinversión comunitaria como para el desarrollo económico, la reprogramación es un paso para reparar estas injusticias pasadas.

Las partes interesadas abogan por una estrategia equilibrada e inclusiva que haga hincapié en la igualdad, la evidencia científica y la salud pública como apoyo para la reprogramación. Destacan lo importante que es contar con procedimientos de toma de decisiones abiertos y cooperativos que tengan en cuenta los numerosos intereses y puntos de vista involucrados. Al final, la presión para reclasificar la marihuana es un reflejo de una tendencia más amplia hacia leyes sobre drogas más razonables y progresistas que anteponen la reducción de daños, la justicia social y los derechos humanos.

Implicaciones de justicia social

El tema de la reprogramación de la marihuana tiene importantes implicaciones de justicia social, además de las sanitarias y científicas. Los críticos de la política de drogas existente destacan los efectos desproporcionados de la prohibición de la marihuana en las comunidades marginadas (personas de color y de bajos ingresos, en particular). Las leyes actuales han generado desigualdades raciales en las tasas de arresto y encarcelamiento al penalizar el uso y la distribución de marihuana, lo que ha prolongado ciclos de pobreza y privación de derechos.

La reprogramación de la marihuana ofrece una oportunidad para aliviar estas injusticias al reducir los impactos punitivos de la prohibición y al mismo tiempo brindar oportunidades para el empoderamiento económico y el desarrollo comunitario. Los defensores afirman que tales reformas son fundamentales para reparar las injusticias históricas y crear una sociedad más justa. Además, la reprogramación puede permitir la eliminación de condenas anteriores relacionadas con la marihuana, brindando a las personas la oportunidad de reconstruir sus vidas y reintegrarse a la sociedad sin el peso de antecedentes penales.

Además, sus defensores afirman que reclasificar la marihuana podría abrir puertas para crecimiento económico y emprendimiento, especialmente en áreas donde la guerra contra las drogas ha impactado de manera desproporcionada a la población. Los legisladores pueden promover un sector del cannabis floreciente y diverso que sirva a los intereses de todos los miembros de la sociedad al regular la marihuana de una manera que dé prioridad a la equidad social. Por lo tanto, la presión para reclasificar la marihuana va más allá de simplemente alterar las leyes sobre drogas; también se trata de promover la justicia social y construir un futuro más justo para todos.

Resumen Final

El discurso en torno a la reclasificación de la marihuana entrelaza facetas intrincadas, desde las obligaciones de los tratados hasta las preocupaciones por la justicia social. Si bien existen temores respecto del cumplimiento del tratado, sus defensores abogan por una reprogramación, citando la evolución de las políticas globales sobre el cannabis y la necesidad de un enfoque compasivo en la regulación de las drogas. El impulso para la reprogramación surge de sus beneficios potenciales, como un mejor acceso médico y la reparación del impacto desproporcionado de la prohibición en los grupos marginados. Navegar por estas complejidades exige transparencia e inclusión en los procesos de toma de decisiones. El próximo veredicto de la DEA sobre la reprogramación tiene una importancia inmensa, ya que dará forma no sólo a la política interna sino también a la postura del país sobre la regulación de drogas en todo el mundo. En medio de intereses diversos, el discurso subraya la necesidad de un enfoque equilibrado que tenga en cuenta la salud pública, la evidencia científica y la equidad social. En última instancia, la defensa de la reclasificación de la marihuana refleja cambios sociales más amplios hacia políticas de drogas progresistas que priorizan la reducción de daños, la justicia social y los derechos humanos.

TRATADOS INTERNACIONALES SOBRE DROGAS QUE NO IMPORTAN, SIGUE LEYENDO…

TRATADOS DE DROGAS DE LA ONU Y MARIHUANA

¡LOS TRATADOS SOBRE DROGAS DE LA ONU AHORA SON INÚTILES Y TODO EL MUNDO LO SABE!

punto_img

Información más reciente

punto_img